El día de hoy, dicen, tiene como objetivo contribuir a la sensibilización respecto a las posibilidades que la utilización de Internet y otras tecnologías de la información y la comunicación como instrumento para reducir de la brecha digital.
Aquí, sin embargo, la contribución va dirigida a la conservar el clásico y buen hacer. Y como ejemplo una columna de opinión de F. Esquivel, llena de sentimiento y con espacio para el humor. Y todo por un husky. Con Tula (creo recordar que se llamaba) como excusa.
¡Ahí va!
Además de iniciar los trámites para meterle una buena multa de entre seis mil y dieciocho mil euros, por primera vez el Ayuntamiento ha denunciado a un vecino ante Fiscalía por dejar morir a sus dos perros. Yo les tenía verdadero pavor. Bueno, a algún que otro vecino también. Y de ahí que terminara por presentarme, hará trece años de esto, con un cachorro a fin de que los ejemplares de las casas colindantes no fueran un peligro añadido para los peques gracias al canguelo que uno les había transmitido. Lo cierto es que, si estás pendiente, un chucho te cambia la vida. Yo, que soy un urbanita furibundo, no pensé jamás que visitaría tantos parques naturales. Qué de campo, dios mío. Los primeros días en la vivienda -no sé si llegaron a dos- nos planteamos con verdadero convencimiento que el animal no saliera de tal y tal demarcación. Ja. Mira que tenía pelo y que proceden de tirar de los trineos, pues bien, es tal la capacidad de adaptación que, en pleno agosto, nos cogía la tumbona y se ponía a tomar el sol con las patas arriba. Sólo le faltaba el Nivea. De ponérselo, es posible que también se lo hubiera comido. Vaya saque. Unos platos con companaje sobre una mesita a su altura lograban que la actuación del árbitro pasara siempre desapercibida. Si la selección sale dentro de unos días al Europeo con la décima parte de ese apetito, no habrá quien se le resista. El último acto del día era verla aparecer por la cocina profundamente dormida como estaba para compartir unas galletas o lo que se pusiera a tiro. Va a hacer cinco meses que se nos murió de muerte natural y hay veces aún que levanto la vista mientras leo porque me parece oír su respiración. Se me encoge el corazón e, instintivamente, escondo el queso.
1 comentario:
Sin problemas. Un saludo y bienvenido.
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